lunes, 14 de septiembre de 2009

La procucción para el cambio


“La producción para el cambio, el papel creciente del dinero en las relaciones humanas, han sustituido en muchos hombres a la sana preocupación por las necesidades de la familia, la fiebre del enriquecimiento a toda costa;  la religión del capital ha hecho clases enteras de fanáticos, para quienes la mentira y el fraude son sagrados, la codicia la principal virtud y los sacrificios humanos necesarios para la mayor gloria de su dios. Los economistas son los teólogos de esa religión; sólo es bueno ante sus ojos lo que se puede registrar en contabilidad por partida doble; miran con ojeriza, como un estorbo a sus sanas doctrinas, los hogares del campo que consumen directamente algo que producen, y no calculan la renta de su habitación. ¿Qué importa si esas familias viven felices, cultivan el suelo con inteligencia y amor, y obtienen de él abundantes frutos? Lo esencial es determinar el tanto por ciento de ganancia, el rendimiento neto, y eso no es posible para gente tan fuera del orden natural de las cosas, que consumen leche y legumbres sin llevarlas a tasar al mercado”.
Teoría y práctica de la historia. Juan B. Justo