lunes, 14 de septiembre de 2009

Khalil Gibran


Si ves a un hombre conducido a la cárcel, di en tu corazón: “¡Quien sabe si este hombre no huye de una cárcel mas estrecha y sombría que aquella a la que es conducido!” Y si ves a un borracho, di también: “Tal vez este hombre se ha embriagado para librarse de cosas peores que la beodez”.