viernes, 25 de diciembre de 2009

DECLARACIONES DE CHICO BUARQUE, MINISTRO DE EDUCACIÓN DE BRASIL.

Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, le preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de Educación de Brasil, CRISTOVÃO 'CHICO' BUARQUE, qué pensaba sobre la internacionalización de la Amazonia. Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un humanista y no de un brasileño. Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:

"Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro."

Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad. Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio. De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.
También, antes que la Amazonia, me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer solo a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.
Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvierondificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Manhatan debería pertenecer a toda la humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.
Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños,internacionalicemos todos los arsenales nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil. En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda. Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir. Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia, sea nuestra. ¡Solamente nuestra!',

jueves, 17 de diciembre de 2009

Los rumores de golpe acosan a Lugo

Para alertar sobre esta situación, Najeeb Amado, secretario general del Partido Comunista Paraguayo (PCP), y Ernesto Benítez, dirigente campesino, estuvieron esta semana en Buenos Aires y, desde un hotel del centro, dialogaron con Página/12.

Por Martín Suaya

El fantasma de un golpe de Estado todavía acosa al presidente paraguayo Fernando Lugo. Esta semana lo volvió a invocar: desde que asumió, en agosto de 2008, ya intentaron derrocarlo no una, sino varias veces, aseguró. Según el ex obispo, los golpistas de su país lo rondan, están al acecho. “Ha habido numerosos intentos de golpes de Estado en mi contra desde que asumí el gobierno”, dijo el mandatario a los miembros del cuerpo diplomático paraguayo el martes de esta semana. “Después de décadas de dominio de un mismo grupo político, no sorprende que haya sectores que aún hoy sigan teniendo la tentación de interrumpir el proceso democrático”, agregó. Pero sus advertencias no parecen ser muy oídas entre los que se suponen sus aliados. “Luchamos día a día contra el fantasma de la inestabilidad y la caída”, volvió a insistir ayer el presidente. Es que el Partido Liberal, la formación que lo llevó al poder, ya se retiró, al menos en la práctica, de la coalición oficialista. Y su líder y vicepresidente de Lugo, Federico Franco, lo dejó en claro esta semana. “Estoy listo para asumir”, aseguró el número dos paraguayo. De por sí húmedo, el clima en Asunción, bajo el ejemplo de Honduras, pareciera estar tornándose cada vez más espeso.

Para alertar sobre esta situación, Najeeb Amado, secretario general del Partido Comunista Paraguayo (PCP), y Ernesto Benítez, dirigente campesino, estuvieron esta semana en Buenos Aires y, desde un hotel del centro, en diálogo con Página/12, lanzaron su advertencia. “En Paraguay se está tramando un golpe vía institucional desde diversas instancias del Estado, pero en particular desde el Parlamento, algo similar a lo que ocurrió en Honduras. El vicepresidente Franco es una de las cabezas visibles de la avanzada golpista, y la forma que podría adquirir el golpe es la de un juicio político”, explicaron Amado y Benítez.

–¿Bajo qué argumentos?

A.: –Básicamente tres. Primero está el secuestro del ganadero Fidel Zavala que, desaparecido desde hace sesenta días, tiene a toda la vieja oligarquía civil y militar clamando que la responsabilidad es de una supuesta guerrilla llamada Ejército del Pueblo Paraguayo. Luego, desde el Parlamento están tratando de montar un supuesto caso de corrupción contra Lugo por la compra de unas tierras para repartir entre familias campesinas. Y, por último, claro, los casos de paternidad.

–¿Con qué apoyos cuenta Lugo en el Poder Legislativo?

B.: –(se miran entre sí) En el Senado, le responden dos senadores sobre 45. Y en Diputados, en una buena sesión, dos diputados apoyan al presidente.

–La reforma agraria fue una de las principales banderas de la campaña del presidente. ¿Se avanzó en algo en el reparto de tierras?

B.: –En nada. Presentar un proyecto de expropiación en el Parlamento sería una causal de juicio político inmediato.

–Da la sensación de que el gobierno de Lugo está institucionalmente paralizado. Si no puede hacer nada, ¿cuál sería la necesidad de derrocarlo?

B.: –El crecimiento de los movimientos sociales se tornó muy grande para las viejas oligarquías.

A.: –En Paraguay se dio un cambio fundamental, y es el cambio del sujeto político. Si bien no se pudo avanzar con grandes reformas, las antiguas camarillas ligadas al Partido Colorado y al Partido Liberal no pueden soportar que los movimientos sociales estén accediendo al control de ciertos resortes del Estado.

–¿Cuál es la actitud de las fuerzas armadas?

B.: –A pesar de haber descabezado a la cúpula hace algunas semanas, el presidente lo dijo claro: sigue habiendo bolsones golpistas en las tres armas.

–¿Qué rol están jugando los medios?

A.: –Son una parte esencial en el esfuerzo desestabilizador, con el diario ABC Color a la cabeza.

–¿Qué puede hacer Lugo para revertir esta situación?

A.: –Jugar más a fondo y decidirse por los movimientos sociales. Los partidos tradicionales ya le demostraron que, llegado el momento, lo abandonan.

B.: –Pero la fuerza del pueblo es tremenda.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El montaje Teixeira: cuando la mentira es la verdad (Guerra a la reforma agraria: Parte 1 - Publicado por el periodico E'a y la respuesta de ABC color

El montaje Teixeira: cuando la mentira es la verdad (Guerra a la reforma agraria: Parte 1)

Los “sectores productivos”, sus medios y representantes parlamentarios desatan una guerra sin cuartel contra el Indert y sus proyectos de reforma agraria. Una sistemática campaña desinformativa busca truncar el proyecto de colonia modelo en la estancia Kurusu, propiedad del brasileño Ulises Teixeira. El Estado es condenado por la gran prensa de “intento de estafa”, pese a que los argumentos carecen de sustento técnico. Los documentos y las evidencias dejan entrever una campaña de manipulación.

La sala de recepción del gabinete está repleta. Agrónomos, funcionarios públicos y campesinos van y vienen, algunos esperan ser recibidos. La secretaria los observa cada tanto desde su escritorio, mientras trabaja en el monto de papeles que la rodea. Del otro lado de la puerta que la enfrenta, tratando de contener telefonazos y requerimientos, se encuentra un viejo conocido de las organizaciones campesinas, desde sus tiempos de representante de la Plenaria Popular Permanente y de sus largos años de trabajo atendiendo casos judiciales de campesinos desde la precaria oficina de su ONG sobre la calle Estrella: Alberto Rafael Alderete Prieto.

Aunque era impensable imaginarlo en gobiernos anteriores, Alderete es hoy presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert). Tiene ahora la difícil responsabilidad de encabezar y ejecutar a través del Indert una reforma agraria postergada por más de 100 años. “Tomè el cargo queriendo liderar un consenso de los distintos sectores involucrados en el ámbito rural, el parlamento, el poder judicial, para iniciar una reforma agraria”, señala ante nuestra consulta; y agrega que pese a la resistencia de cierto sector del Parlamento, del Poder Judicial, de la ARP y de los sojeros, la reforma agraria es “viable, posible y necesaria” para el desarrollo del campesinado y del país. De otra forma, según el mismo, será difícil la convivencia armónica en el campo, entre los grandes productores y las familias campesinas, pues los conflictos aumentarán.

Guerra a la reforma

La guerra se declaró abierta con la caza de brujas en el Parlamento. Alberto Alderete fue interpelado y sus respuestas “no convencieron”. La baja ejecución presupuestaria de su gestión sería la acusación más “contundente”, si bien, en la interpelación y mediante solicitadas en los medios, se aclaró documentadamente que las ejecuciones estaban programadas para finales de año, por motivos externos a la institución, incluso habiendo una mayor ejecución que el año pasado, en el misma fecha.

Al coro parlamentario, le seguirían los representantes de los “sectores productivos”: Héctor Cristaldo (Unión de Gremios de la Producción) y Tito Núñez (Asociación Rural del Paraguay) no tardarían en pedir la cabeza de Alderete.

Tomando como punta de lanza el caso de Ulises Teixeira, se sumó luego la caballería mediática, tratando de cercar el terreno. Aldo Zuccolillo (ABC Color), y por consiguiente los demás medios que siguen su agenda, iniciaron una sistemática y dura campaña denunciando “un intento de estafa” al Estado Paraguayo.

El obsesivo ojo de ABC hurgó debajo de cada alfombra en busca de suciedad. Zuccolillo extendió en la tabla a uno de sus alfiles para el ataque: Marcos Velázquez fue el encargado de “investigar” el caso. Velázquez es el recordado protagonista de la polémica grabación de su ex colega Kike Dávalos, quien sin saber que era grabado acusó a su entonces colega de ABC de recibir sumas de dinero de entes estatales durante el gobierno anterior por su trabajo periodístico.

Primero saltó el “negociado” de los 20 millones de dólares que saldría de la compra de las tierras del empresario brasilero Ulises Teixeira. Luego saltó una supuesta resolución donde el Indert aprobaba la compra de las tierras e incluso definía la forma de pago, “contra toda práctica habitual”, pasando por alto la ley de contrataciones. Le seguiría la carta de intención firmada el año pasado por Lugo, Teixeira y los dirigentes campesinos, donde supuestamente se comprometía el Estado a la compra de las tierras por 30 millones de dólares, coincidentemente el mismo costo que arrojó el tasador del MOPC. Luego se denunciaría que el tasador es “empleado” de Alderete, que se iban a talar 15 mil hectáreas de bosque en contra de la ley de deforestación “cero”, que los campesinos solo querían los rollos, que un dirigente de Patria Libre estaba involucrado en el “negocio”, que otro estaba denunciado por estafa, que Lugo es viejo amigo de Teixeira, que las tierras no son aptas para el cultivo, que el proyecto es inviable, que hay ofertas mejores de tierra, más económicas como las de Adberrada Yambay…Y la lista sigue.

Las carpas siguen esperando

La primavera obsequia unos floridos 40 grados de calor. Un grupo de campesinos, acompañados de sus gallinas y chanchos, se resguardan en unas cien carpas desperdigadas por el lindero de la estancia Paso Kurusú del empresario brasileño Ulises Teixeira, en el distrito de Santa Rosa del Aguaray, San Pedro. Esperan.

Esta espera tiene una larga historia. Empezó con un encuentro de sin-tierras de la zona en abril del 2007, cuando se dieron a conocer las intenciones de Ulises Teixeira de introducir el cultivo de soja y caña de azúcar en sus tierras, lo que implicaría una gran deforestación, y la fumigación permanente de las comunidades aledañas según los mismos. Entonces surgió una fuerte campaña contra dicho proyecto, que motivo diversos conflictos. Finalmente Teixeira decidió entablar diálogo con los campesinos y ofertar sus tierras al Estado. Esto culminó con la firma de la famosa carta de intención del 25 de octubre de 2008, donde el brasileño pedía 30 millones de dólares por sus tierras.

Este grupo ha sido elegido para ser beneficiario de un modelo de asentamiento colonial agrícola que el Indert pretende desarrollar en la zona, y que busca romper el abordaje histórico, equivocado, del problema de la tierra en Paraguay. El proyecto pretende lograr las condiciones necesarias para el arraigo de unas 2000 familias.

En las 22.000 hectáreas que se extienden en los departamentos de San Pedro y Amambay, la colonia contaría con zonas rurales, urbanas y de reservas boscosas. En el sector urbano se ubicarán las viviendas, los principales servicios públicos (escuela, centro de salud, parques, etc.) y también se instalarían pequeñas industrias donde se procesarán productos del asentamiento, a fin de incrementar las fuentes de trabajo. En el sector rural se trabajará la producción agropecuaria y forestal, teniendo en consideración los cuidados ambientales. La colonia tendrá una organización cooperativa, con énfasis en la soberanía y seguridad alimentaria, es decir privilegiando el consumo y el mercado interno. Todo esto bajo el asesoramiento técnico y contando con las herramientas tecnológicas necesarias. Alderete afirma que eligieron este sitio para desarrollar su proyecto debido a que era una zona de constante conflicto social, de manera que cubriendo esta demanda se puedan terminar con las ocupaciones de la zona.

Un castillo de naipes

Ignorando la presunción de inocencia y sin modestia alguna, ABC se jacta de haber detenido el fraude más grande de la historia. Sin embargo, investigando un poco, ese castillo de naipes cae fácilmente.

La resolución que hace mención ABC corresponde a un paso administrativo previo al proceso de contratación realizado en cualquier adquisición, donde se formula la contraoferta y la forma de pago según administraciones anteriores. El proceso de compra no toma curso legal hasta que el titular del INDERT dicte una resolución que acredita el supuesto de excepción, figura legal alternativa al proceso de licitación. Hasta entonces, no existe obligación de dar conocimiento a la Dirección de Contrataciones. Esto ha sido aclarado incluso en conferencia de prensa por el presidente de la Dirección de Contrataciones. Sin embargo, sigue usándose como argumento.

De dicha resolución, salió el precio de 31,6 millones de dólares (IVA Incluido) que se afirma iba a pagarse a Texeira, lo cual aún no se había concretado debido a que se encontraba en proceso de negociación. Se fijó el monto en base a un avalúo, una tasación técnica realizada por el ingeniero Lázaro Sanabria Luizzi, contratado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, como dicta la ley. Sanabria es un jubilado del Indert, cobró en agosto de este año un remanente de un trabajo realizado como contratado, de lo que se tomó ABC Color para titular falsamente que es empleado de Alderete.

Entre otras referencias, el técnico tomó una investigación de Armando Rivarola (06/08/08) publicado en el mismo diario donde se indica una tabla de valores de tierras estatales distribuidas durante la transición que da un promedio de 1503* dólares la hectárea en San Pedro, es decir unos 83 dólares más de la contraoferta a Teixeira (1420 dol. /h), que ABC sentencia como una estafa contradiciéndose a sí misma.

El brasileño pagó por sus tierras 11 millones de dólares (500 dol./H), de lo que Abc se toma para demostrar la “sobrefacturación”, sin tener en cuenta las mejoras en infraestructura implementadas (7.771.615 dólares) y la expansiòn de la agricultura mecanizada en la zona, dos elementos que eleva el precio de las tierras de Texeira. Aun así, el costo de las tierras es bastante difícil de establecer, ya que por lo general en este tipo de transacciones casi siempre el costo real se disminuye para pagar menos impuestos, además de que Teixeira tiene el derecho de solicitar por sus tierras el precio que quiera dentro del libre mercado de oferta-demanda.

Las negociaciones con Teixeira fueron mucho más complejas de lo que se quiere hacer creer, pues hubo cambio de pareceres en los precios en distintas ocasiones. En la carta de intención firmada con Lugo, que no tiene validez jurídica, el empresario solicita 30 millones de dólares (1362 dol./h), mientras que en la última oferta solicitó 42.900.000 dólares (1950 dol./h), a lo que el Indert contra ofertó 31.240.000 dólares(1420 dol./h), por debajo del precio de la tasación incluso.

Otra punta de lanza mediática utilizada para demostrar la sobrefacturación es una oferta de Ferusa S.A., de Adberrada Yambay, que ofrece la misma cantidad de tierras en la zona de Concepción a mitad de precio (750 dol./h), y “con mayor cantidad de mejoras”. Sin embargo se “insiste con Teixeira”. Opiniones de técnicos, y un estudio del Indert en base a imágenes satelitales, mapas de suelos, y cartas topográficas que debe ser contrastado con un estudio en terreno demuestra que dicha tierra es inservible en un 88 % de su superficie. Tiene tierras de tipo 8(tierras marginales), 7(con riesgo de degradación) y 6(con severas limitaciones). El 12 % restante aprovechable para agricultura es inviable ya que implicaría un desmonte completo, prohibido por ley. Este bochorno vuelve a ponerlos en evidencia. Según Oscar Torrents, del Indert, lo único que se puede cultivar allí son estatuas. Además de dichos factores se debe tener en cuenta que la oferta no se encuentra en la zona del proyecto, y se encuentra aislada de cualquier centro urbano y de caminos importantes, a diferencia de Teixeira. Paso Kurusú tiene tierras de tipo III (67 %) y IV (33 %), que con manejos adecuados son aptos para actividades agrícolas, y sin inconvenientes para ganadera.

Otras ofertas recientes llegadas al Indert en las cercanías de Teixeira varían de 1500 dólares a 4819 dólares la hectárea, siendo aun las de Teixeira la mejor opción. Esto demuestra que el supuesto de sobrefacturación no tiene argumentos sólidos, pues para ello debería exponerse técnicamente que las tierras están sobrevaluadas, cosa que hasta ahora no se ha podido, al contrario.

El ingeniero Enrique Drakeford del CEPAG, quien trabaja en la zona, afirma que presentándose a cualquier licitación, Paso Kurusú ganará debido a que tiene las mejores condiciones.

Así, sucesivamente, puede analizarse cada caso denunciado, y dejar en evidencia una campaña de manipulación perversa.

*1875 dólares al cambio de entonces (4010 guaraníes). Los montos en dólares de este artículo se calculan al cambio de 5000 guaraníes.

CEPRA

Una de las máximas promesas electorales y bandera del actual gobierno fue y es la reforma agraria. Con el fin de instalarlo en el programa de gobierno se creó la Coordinadora Ejecutiva para la Reforma Agraria (CEPRA). Un ente interinstitucional que involucra a organismos del Estado, a organizaciones y sectores rurales implicados, en la ejecución, supervisión y evaluación de los planes de reforma agraria. Cada cual comprometida a aportar en lo que atañe a su ente. De esta manera el peso del proyecto agrario, que tiene elevados costos, no se recarga simplemente en el INDERT.

Teixeira y la ARP

Según versiones que corren en los pasillos del Indert, Ulises Teixeira abría sido expulsado de la Asociación Rural del Paraguay, por haber ofertado “baratas” sus tierras al Estado, según el mismo habría comentado. Esto, además de poner en evidencia el doble discurso de la ARP, demostraría la ferviente oposición de los ganaderos a la instalación de la colonia modelo de reforma agraria en el departamento.


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LA "RESPUESTA" DE ABC:


SE NECESITAN 120.000 LITROS DE GLIFOSATO SOLO PARA INICIAR CULTIVO

Medio de izquierda defiende negociado



El periódico digital E’a, que reúne a economistas, sociólogos, escritores y periodistas que representan a sectores de izquierda, hace una férrea defensa del presunto intento de estafa al Estado paraguayo, que el gobierno de Fernando Lugo pretendía perpetrar por unos 31,6 millones de dólares con la compra de las tierras de Teixeira.

Bajo el título “El montaje Teixeira: cuando la mentira es la verdad (Guerra a la reforma agraria: Parte 1)”, y luego, “Las caras ocultas detrás del montaje Teixeira (Guerra a la reforma agraria: Parte II, final)”, un tal Miguel Armoa pretende desvirtuar las denuncias que viene realizando ABC Color en contra de esta tentativa de negociado.

Realizando una narrativa fantasiosa y delirante sobre el origen o el motivo de las denuncias de nuestro diario, el escribiente divaga sobre una serie de hechos para concluir que el caso Teixeira se trata de un “montaje”, pero sin responder tan siquiera uno solo de los cuestionamientos que documentadamente se ha presentado sobre este caso.

E’a realiza además otros ataques contra ABC Color, por su postura crítica hacia el gobierno de Lugo, actuando de la misma forma que en la época de la dictadura de Stroessner lo hacían el diario “Patria” y “La Voz del Coloradismo”, cuando fungían de inquisidores hacia los que criticaban al gobierno dictatorial, pero sin ningún sustento legal.
7 de Diciembre de 2009 20:50


viernes, 27 de noviembre de 2009

CARTA ABIERTA AL SR. ALDO ZUCOLILLO - DIRECTOR DEL DIARIO ABC COLOR. PARAGUAY

Asunción, 3 de noviembre del 2009



Señor

Aldo Zuccolillo

Director del Diario ABC

PRESENTE



Estimado Señor Zuccolillo:


Esta misiva tiene por objeto atraer su atención sobre una reflexión personal que tiene en cuenta, por una parte, la búsqueda de la verdad como objetivo del ejercicio y derecho del oficio periodístico y por otra - permítame ser honesto - el uso y el abuso que Vd. hace desde su Diario de ese oficio.

En principio, déjeme recordarle un hecho: el dictador Alfredo Stroessner está muerto. Su perseguidor y el de cientos de miles de compatriotas está muerto y bien muerto. Vd., como muchos de nosotros, pero no todos, ha tenido la suerte y/o la valentía de sobrevivir a la larga pesadilla del poder absoluto que el dictador quiso perpetuar. También ha tenido la suerte de ver aquello que se gestaba en nuestros anhelos de libertad y en nuestras labores de resistencia durante aquella pesadilla, vale decir una democracia amplia y representativa, que finalmente vio la luz en la Candelaria de 1989. Ese sueño, al concretarse y cruzar el umbral de la noche al día, empezó a caminar y conocerse poco a poco en sus graves limitaciones, en la precariedad de sus pasos en pos de su fortaleza institucional y de su destino de justicia y pan para todos. Ése es el sueño que aspiramos como hijos e hijas de la patria paraguaya, y que llamamos estado social de derecho.

Pero volvamos al dictador muerto, y en este caso algo que no existe pero no por ello parece estar menos presente: su fantasma. Sí, señor Zuccolillo, porque si algo o mejor alguien que a Vd. le persigue, es la maldición del dictador fallecido. No creo que cuando el finado Stroessner clausuró su Diario ante los abusos que el dictador cometía y que Vd. denunció haya mascullado alguna maldición, cuyo poder y hálito seguiría persiguiéndolo a Vd. después de su muerte. Pero de la manera que Vd. actúa, así parece ser. No sólo se siente usted perseguido, sino que el dictador muerto logró envenenarle el alma con sus propios miedos y adversarios, reales o imaginarios. El muerto perpetúa en sus víctimas un deseo de venganza insatisfecho. No soy sicoanalista pero puedo leer que la izquierda, por decir una palabra de múltiple connotaciones prácticas e ideológicas, tiene en la línea editorial de su Diario el lugar que en la retórica del dictador muerto ocupaba el comunismo. ¿No fue acaso Vd. acusado de comunista por los medios oficiales del estronismo? Hoy, de una manera quizá inconsciente, Vd. una de las víctimas de los atropellos de un régimen autoritario, se ha dejado ganar por este conjuro post mortem. Critica y juzga sin necesidad de comprobación previa y razonada a todo aquel que asome la cabeza por la izquierda o proclame ideas progresistas, ya sea desde el gobierno o desde las organizaciones sociales y políticas. En ese proceso se da, a mi juicio, una
metamorfosis trágica de la historia: los perseguidos se vuelven perseguidores.

El dictador muerto y su espectro cobran vida en los actos de otros que como Vd., desean adquirir la suma de poderes, sea los de las relativamente endebles y enfermas instituciones estatales que aún no se han instaurado con eficiencia y justicia en el país, sea el poder cada vez más incontrolable y despótico de los medios de la comunicación. Porque información es poder y, en el Paraguay de hoy, su Diario casi llega al monopolio del mismo. Y como todo poder, tiene una base material clara. ¿Se siente Vd. perseguido por proclamas liberales (y hasta neoliberales) como la reforma agraria o el ordenamiento territorial, rural y urbano? Si no estoy mal informado, una de las fuentes de su considerable fortuna deriva de la compra y venta de bienes inmobiliarios. Muchos de esos bienes han sido adquiridos por Vd. y fraccionados para ser vendidos a miles de compatriotas de escasos recursos. ¿No pueden otros de igual condición aspirar también a un mínimo bienestar, un pedazo de tierra, un techo, un trabajo, educación y salud para sus hijos? ¿Es que la manifestación pública u organizada de esas aspiraciones se han constituido en el fruto de la preocupación de Vd., en la amenaza constante a sus riquezas, que difícilmente disminuyan un ápice antes del término de su propia vida? Ninguna de las propuestas o proyectos sociales en curso proclaman la confiscación de esos bienes, sino pretenden construir medios alternativos e institucionales de acceso a ellos. Pero el objeto de esta sucinta comunicación no es el de discutir reformas y proyectos de país; para eso podría servir su Diario, para conducir la libre discusión de ideas y la factibilidad de su aplicación. La prensa no debe manifestar para perseguir adversarios o propagar el miedo a la diferencia ideológica, uno de los métodos de subyugación que más hábilmente utilizado el dictador muerto.

Mientras pierda Vd. el sueño por temores y paranoias análogas a las que aquejaban al difunto, seguirá ejecutando el pacto trágico de los “enemigos fieles”, quienes repiten ad infinitum los males que les fueron infligidos a fin traspasarlos a las nuevas generaciones.

Me permito sugerirle, señor Zuccolillo, que de un modo u otro, deje Vd. esta predisposición, disfrute con su familia y sus amigos de lo que ya tiene, y permita con un poco menos de mezquindad que otros puedan alcanzar una ínfima parte de algo similar. Asimismo, no anule ni menoscabe el derecho a la información veraz y objetiva, ni escatime esfuerzos para que los periodistas que trabajan en su Diario puedan recabar, investigar y discutir en profundidad las causas últimas de los problemas sociales e institucionales que nos aquejan, presentando así, equitativamente, las perspectivas de la totalidad de los actores sociales y políticos. Acaso pueda Vd. abolir de tal modo una de las herencias nefastas del dictador muerto: el miedo a la palabra; una palabra que él nos sustrajo a Vd. y a muchos. Podría así dibujarse también un país y cielo nuevos para aquellos y aquellas compatriotas que tan trabajosamente lo ansían y lo merecen.


Atentamente,


Rodrigo Villagra Carron

C.I. Nº 1.439.706

martes, 3 de noviembre de 2009

El mundo no cambiará si no se lucha contra la propaganda occidental [Traducido del inglés por Felisa Sastre]

En cierta forma, el control de la información es ahora mucho mayor en Estados Unidos o en Gran Bretaña o en Australia que lo fue en los años 1980 en Checoslovaquia, Hungría o Polonia. No existe “hambre por saber la verdad”- ansia de opiniones alternativas- por cada panfleto que desafiaba al régimen y al doble lenguaje en los libros y películas. Ese hambre intelectual no existe en Sydney, Nueva York o Londres como el que había en Praga, Budapest o Varsovia. Los escritores y periodistas occidentales raramente “escriben entre líneas” y los lectores ni esperan ni buscan mensajes ocultos.
La propaganda y la ausencia de opiniones diferentes, en su mayoría quedan sin respuesta. Da la impresión de que hemos olvidados cómo poner en cuestión los hechos. Parece que aceptamos la manipulación de nuestro presente y de nuestra historia; que incluso estamos en contra que quienes siguen firmes y defienden el sentido común, la verdad, y lo que es posible comprender con los ojos abiertos pero se niega en nombre de la libertad, la democracia y la objetividad (grandes palabras de las que se ha abusado tanto que han perdido su sentido.) ¿Estamos ahora en occidente iniciando de nuevo una época en la que señalar con el dedo a los disidentes, nos convierta en delatores y colaboracionistas? Hemos pasado muchos periodos como estos en nuestra historia, y no hace mucho, ¡no hace tanto tiempo!
Mientras tanto, mientras nuestros intelectuales colaboran con el poder y obtienen recompensas por hacerlo, grandes zonas del mundo están bañadas en sangre, se mueren de hambre, o sufren las dos cosas a la vez. El colaboracionismo y el silencio de quienes saben o deberían saber, les convierte en culpables del estado actual del mundo, al menos en parte.
Mientras nos ocupamos de machacar a Cuba por violación de los derechos humanos (unas decenas de presos, a muchos de los cuales en occidente se les acusaría de terrorismo, dado que públicamente quieren derrocar al gobierno y abolir la Constitución ) y a China por el Tibet (alabando por todos los medios al antiguo señor feudal religioso exclusivamente para molestar y aislar a China que es el objetivo principal de nuestra política exterior, un objetivo totalmente racista), millones de víctimas de nuestros intereses geopolíticos se pudren o están ya enterradas en el Congo (República Democrática del Congo), en el África subsahariana, en Papúa occidental, Oriente Próximo, y en otros lugares del mundo.
Por supuesto, las decenas de millones de congoleses que murieron hace un siglo (entonces por el caucho) fueron víctima sobre todo de la codicia europea por las materias primas. Hoy no son muy diferentes los motivos, aunque los asesinatos se lleven a cabo, principalmente por fuerzas locales y por los ejércitos del vecino Ruanda, tan leal a Estados Unidos, y por mercenarios. Tampoco son muy diferentes las razones en Papúa occidental, salvo que allí los asesinatos los perpetran soldados indonesios que defienden los intereses económicos de las corruptas elites de Yakarta y de las multinacionales occidentales; o en Iraq. En cualquier caso, no nos sentimos ultrajados. Los disciplinados ciudadanos de nuestros países se ponen el cinturón de seguridad, no tiran la basura a la calle, esperan a medianoche que la luz se ponga verde para cruzar la acera. Pero no se oponen a las masacres perpetradas en nombre de sus intereses económicos. Mientras esas masacres estén bien presentadas por los dirigentes de los medios y de la propaganda, mientras no se diga que los asesinatos se realizan para apoyar a las grandes empresas sino para mantener el relativamente alto nivel de vida de quienes viven en los llamados “países desarrollados”, mientras sea oficialmente por los derechos humanos, la democracia y la libertad. Una de las razones por las que la propaganda oficial sea tan fácilmente aceptada es porque ayuda a apaciguar nuestra mala conciencia.
En la universidad anglo-sajona, hacer públicas las propias opiniones es poco aconsejable, casi inaceptable. Para que lo entiendan, de un autor o conferenciante se espera que cite a otro: “El Sr. Green ha dicho que la tierra es redonda”, “el profesor Brown ha confirmado que ayer estaba lloviendo”. Si nadie lo ha dicho antes, es dudoso que haya sucedido. Y el escritor o conferenciante se siente desanimado para expresar su propia opinión sobre la materia que domina. En resumen: casi cada punto de vista o cada pequeña información se espera que la clase dirigente la confirme, o cuando menos, parte de ella. Se tiene que atravesar la censura encubierta.
Ahora, casi todos los libros de ensayo van acompañados de una larga lista de notas a pie de página, de la misma manera que los académicos y muchos autores de ensayo, en lugar de ofrecer sus propias investigaciones y trabajos de campo, se citan y vuelven a citar incansablemente unos a otros. Orwell, Burchett o Hemingway hubieran encontrado muchas dificultades para trabajar en un entorno semejante. Los resultados con frecuencia son grotescos. En Asia, existen dos excelentes ejemplos de esta cobardía intelectual y servilismo, no sólo de la comunidad diplomática sino también de la académica y periodística: Tailandia e Indonesia.
Al tener un conocimiento suficiente del español, me he dado cuenta que las actuales tendencias imperantes en Latinoamérica están escasamente reflejadas en las publicaciones estadounidenses, británicas y asiáticas. Mis colegas latinoamericanos se quejan generalmente de que resulta casi imposible en Londres o Nueva York debatir sobre el presidente venezolano, Hugo Chávez, o el boliviano Evo Morales con quienes no leen español, ya que sus opiniones suelen ser uniformes y frustrantemente tendenciosas.
En estos momentos, por supuesto, la izquierda es el asunto principal- el verdadero tema- en Latinoamérica. Mientras los periodistas y escritores británicos y norteamericanos analizan las recientes revoluciones latinoamericanas con las líneas de opinión de sus propios medios de comunicación, los lectores de todo el mundo (salvo que entiendan el español) apenas saben algo sobre las opiniones de quienes en estos precisos momentos están haciendo historia en Venezuela o Bolivia.
¿Con qué frecuencia aparece en las páginas de nuestras publicaciones que Chávez ha iniciado una democracia directa, que permite al pueblo participar en el futuro de su país por medio de incontables referéndum mientras los ciudadanos de nuestras “democracias reales” tienen que callarse y hacer lo que se les dice? A los alemanes no se les permitió votar si querían o no la unificación; los checos y eslovacos no fueron consultados sobre si estaban de acuerdo con su “divorcio aterciopelado”; los ciudadanos británicos, italianos y estadounidenses han tenido que calzarse las botas e ir a Iraq.
Pienso en las revoluciones que triunfaron recientemente- todas ellas tienen unas características comunes: educación e información. Para cambiar las cosas, la gente tiene que conocer la verdad, tiene que conocer su pasado.
Nunca habrá paz en este planeta, ni una auténtica reconciliación, si no desaparece esta cultura del dominio. Y el único camino para que desaparezca es afrontar la realidad y revisar y asumir el pasado. La responsabilidad de todo esto recae en quienes conocen el mundo y son conscientes del sufrimiento de sus pueblos, y son ellos quienes tienen que proclamar la verdad, sin importar cuál sea el coste, ni cuantos privilegios puedan perder con cada frase honrada (todos sabemos que el Imperio es vengativo) No se trata de decir la verdad a los poderosos (no se lo merecen) sino de enfrentarse a ellos. Hay que ignorar las instituciones actuales, desde los medios. al mundo académico, ya que en lugar de ser la solución constituyen parte del problema y son corresponsables de la situación del mundo en que vivimos. Sólo una multitud de voces que repitan lo que todos, excepto los países dominantes, parecen saber; voces unidas en un “YO ACUSO”, son las únicas que pueden acabar con los males actuales que dominan el mundo. Pero sólo voces verdaderamente unidas y en multitudes. ¡Con determinación y coraje!

Andre Vltchek

En mi casa me enseñaron bien


            Cuando yo era un niño, en mi casa me enseñaron a honrar dos reglas sagradas:

Regla N° 1: En esta casa las reglas no se discuten.

Regla N° 2: En esta casa se debe respetar a papá y mamá.

            Y esta regla se cumplía en ese estricto orden. Una exigencia de mamá, que nadie discutía. Ni siquiera papá. Astuta la vieja, porque así nos mantenía a raya con la simple amenaza: “Ya van a ver cuando llegue papá”. Porque las mamás estaban en su casa. Porque todos los papás salían a trabajar. Porque había trabajo para todos los papás, y todos los papás volvían a su casa. No había que pagar rescate o ir a retirarlos a la morgue. El respeto por la Autoridad de papá (desde luego, otorgada y sostenida graciosamente por mi mamá) era razón suficiente para cumplir las reglas. Usted probablemente dirá que ya desde chiquito yo era un sometido, un cobarde conformista o, si prefiere, un pequeño fascista, pero acépteme esto: era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar. Las reglas me contenían, me ordenaban y me protegían. Me contenían al darme un horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas.. Y me ordenaban porque es bueno saber a qué atenerse. De lo contrario, uno tiene la sensación de abismo, abandono y ausencia.

            Las reglas a cumplir eran fáciles, claras, memorables y tan reales y consistentes como eran “lavarse las manos antes de sentarse a la mesa” o “escuchar cuando los mayores hablan”. Había otro detalle, las mismas personas que me imponían las reglas eran las mismas que las cumplían a rajatabla y se encargaban de que todos los de la casa las cumplieran. No había diferencias. Éramos todos iguales ante la Sagrada Ley Casera. Sin embargo, y no lo dude, muchas veces desafié “las reglas” mediante el sano y excitante proceso de la “travesura” que me permitía acercarme al borde del universo familiar y conocer exactamente los límites. Siempre era descubierto, denunciado y castigado apropiadamente. La travesura y el castigo pertenecían a un mismo sabio proceso que me permitía mantener intacta mi salud mental. No había culpables sin castigo y no había castigo sin culpables. No me diga, uno así vive en un mundo predecible. El castigo era una salida terapéutica y elegante para todos, pues alejaba el rencor y trasquilaba a los privilegios. Por lo tanto las travesuras no eran acumulativas. Tampoco existía el dos por uno. A tal travesura tal castigo. Nunca me amenazaron con algo que no estuvieran dispuestos y preparados a cumplir.
            Así fue en mi casa. Y así se suponía que era más allá de la esquina de mi casa. Pero no. Me enseñaron bien, pero estaba todo mal. Lenta y dolorosamente comprobé que más allá de la esquina de mi casa había “travesuras” sin “castigo”, y una enorme cantidad de “reglas” que no se cumplían, porque el que las cumple es simplemente un estúpido (o un boludo, si me lo permite). El mundo al cual me arrojaron sin anestesia estaba patas para arriba. Conocí algo que, desde mi ingenuidad adulta (sí, aún sigo siendo un ingenuo), nunca pude digerir, pero siempre me lo tengo que comer: "la impunidad". ¿Quiere saber una cosa? En mi casa no había impunidad. En mi casa había justicia, justicia simple, clara, e inmediata. Pero también había piedad. Le explicaré: Justicia, porque “el que las hace las paga”. Piedad, porque uno cumplía la condena estipulada y era dispensado, y su dignidad quedaba intacta y en pie. Al rincón, por tanto tiempo, y listo... Y ni un minuto más, y ni un minuto menos. Por otra parte, uno tenía la convicción de que sería atrapado tarde o temprano, así que había que pensar muy bien antes de sacar los pies del plato.
            Las reglas eran claras. Los castigos eran claros. Así fue en mi casa. Y así creí que sería en la vida. Pero me equivoqué. Hoy debo reconocer que en mi casa de la infancia había algo que hacía la diferencia, y hacía que todo funcionara. En mi casa había una “Tercera Regla” no escrita y, como todas las reglas no escritas, tenía la fuerza de un precepto sagrado. Esta fue la regla de oro que presidía el comportamiento de mi casa:

Regla N° 3: No sea insolente. Si rompió la regla, acéptelo, hágase responsable, y haga lo que necesita ser hecho para poner las cosas en su lugar.


            Ésta es la regla que fue demolida en la sociedad en la que vivo. Eso es lo que nos arruinó.. LA INSOLENCIA. Usted puede romper una regla -es su riesgo- pero si alguien le llama la atención o es atrapado, no sea arrogante e insolente, tenga el coraje de aceptarlo y hacerse responsable. Pisar el césped, cruzar por la mitad de la cuadra, pasar semáforos en rojo, tirar
papeles al piso, tratar de pisar a los peatones, todas son travesuras que se pueden enmendar... a no ser que uno viva en una sociedad plagada de insolentes. La insolencia de romper la regla, sentirse uno vivo, e insultar, ultrajar y denigrar al que responsablemente intenta advertirle o hacerla respetar. Así no hay remedio. La insolencia está compuesta de petulancia, descaro y desvergüenza. La insolencia hace un culto de cuatro principios:


- Pretender saberlo todo

- Tener razón hasta morir
- No escuchar
- Tú me importas, sólo si me sirves

            La insolencia en mi país admite que la gente se muera de hambre y que los niños no tengan salud ni educación. La insolencia en mi país logra que los que no pueden trabajar cobren un subsidio proveniente de los impuestos que pagan los que sí pueden trabajar (muy justo), pero los que no pueden trabajar, al mismo tiempo cierran los caminos y no dejan trabajar a los que sí pueden trabajar para aportar con sus impuestos a aquéllos que, insolentemente, les impiden trabajar. Léalo otra vez, porque parece mentira. Así nos vamos a quedar sin trabajo todos. Porque a la insolencia no le importa, es pequeña, ignorante y arrogante.
            Bueno, y así están las cosas. Ah, me olvidaba, ¿Las reglas sagradas de mi casa serían las mismas que en la suya? Qué interesante. ¿Usted sabe que demasiada gente me ha dicho que ésas eran también las reglas en sus casas? Tanta gente me lo confirmó que llegué a la conclusión que somos una inmensa mayoría. Y entonces me pregunto, si somos tantos, ¿por qué nos acostumbramos tan fácilmente a los atropellos de los insolentes? Yo se lo voy a contestar. PORQUE ES MÁS CÓMODO, y uno se acostumbra a cualquier cosa, para no tener que hacerse responsable. Porque hacerse responsable es tomar un compromiso y comprometerse es aceptar el riesgo de ser rechazado, o criticado. Además, aunque somos una inmensa mayoría, no sirve para nada, ellos son pocos pero muy bien organizados. Sin embargo, yo quiero saber cuántos somos los que estamos dispuestos a respetar estas reglas.
            Le propongo que hagamos algo para identificarnos entre nosotros. No tire papeles en la calle. Si ve un papel tirado, levántelo y tírelo en un tacho de basura. Si no hay un tacho de basura, llévelo con usted hasta que lo encuentre. Si ve a alguien tirando un papel en la calle, simplemente levántelo usted y cumpla con la regla 1. No va a pasar mucho tiempo en que seamos varios para levantar un mismo papel. Si es peatón, cruce por donde corresponde y respete los semáforos, aunque no pase ningún vehículo, quédese parado y respete la regla. Si es un automovilista, respete los semáforos y respete los derechos del peatón. Si saca a pasear a su perro, levante los desperdicios.

           Todo esto parece muy tonto, pero no lo crea, es el único modo de comenzar a desprendernos de nuestra proverbial INSOLENCIA. Yo creo que la insolencia colectiva tiene un solo antídoto, la responsabilidad individual. Creo que la grandeza de una nación comienza por aprender a mantenerla limpia y ordenada. Si todos somos capaces de hacer esto, seremos capaces de hacer cualquier cosa. Porque hay que aprender a hacerlo todos los días. Ése es el desafío. Los insolentes tienen éxito porque son insolentes todos los días, todo el tiempo. Nuestro país está condenado: O aprende a cargar con la disciplina o cargará siempre con el arrepentimiento.

¿A USTED QUÉ LE PARECE? ¿PODREMOS RECONOCERNOS EN LA CALLE?

Espero no haber sido insolente. En ese caso, disculpe.



Dr. Mario Rosen






jueves, 29 de octubre de 2009

Extractos de la Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros

[...]
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansias de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita, ¿y dónde están esos libros?
¡Libros! ¡libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir: "amor, amor", y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso, Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita, pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: "¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que alma no muera!". Tenía frío y no pedía fuego, tenía sed y no pedía agua, pedía libros, es decir horizontes, es decir escaleras para subir a la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: "Cultura". Cultura, porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.
Y no olvidéis que lo que primero de todo es la luz.
[...]
Nadie se da cuenta al tener un libro en las manos, el esfuerzo, el dolor, la vigilia, la sangre que ha costado. El libro es sin disputa la obra mayor de la humanidad. Muchas veces el pueblo está dormido como el agua de un estanque en día sin viento. Ni el más leve temblor turba la ternura blanda del agua. Las ranas duermen en el fondo y los pájaros están inmóviles en las ramas que lo circundan. Pero arrojad de pronto una piedra. Veréis una explosión de círculos concéntricos, de ondas redondas que se dilatan atropellándose unas a las otras y se estrellan contra los bordes. Veréis un estremecimiento total del agua, un bullir de ranas en todas direcciones, una inquietud por todas las orillas y hasta los pájaros que dormían en las ramas umbrosas saltan disparados en bandadas por todo el aire azul. Muchas veces un pueblo duerme como el agua de un estanque un día sin viento, y un libro o unos libros pueden estremecerlo e inquietarlo y enseñarle nuevos horizontes de superación y concordia.
¡Y cuánto esfuerzo ha costado al hombre producir un libro! ¡Y qué influencia tan grande ejercen, han ejercido y ejercerán en el mundo!
Ya lo dijo el sagacísimo Voltaire: Todo el mundo civilizado se gobierna por unos cuantos libros: La Biblia, El Corán, las obras de Confucio y de Zoroastro. Y el alma y el cuerpo, la salud y las haciendas se supeditan y dependen de aquellas grandes obras. Y yo añado: todo viene de los libros. La Revolución Francesa sale de la Enciclopedia y de los libros de Rousseau, y todos los movimientos actuales societarios comunistas y socialistas arrancan de un gran libro; del Capital, de Carlos Marx.
[...]
Y sabed desde luego que los avances sociales y las revoluciones se hacen con libros y que los hombres que las dirigen mueren muchas veces como el gran Lenin de tanto estudiar, de tanto querer abarcar con su inteligencia. Que no valen armas ni sangre si las ideas no están bien orientadas y bien digeridas en las cabezas. Y que es preciso que los pueblos lean para que aprendan no sólo el verdadero sentido de la libertad, sino el sentido actual de la comprensión mutua y de la vida.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Reflexiones sobre la violencia


Carta ciudadana desde el Paraguay  (232) 
Propone hacer vacunaciones antirrábicas masivas:  Chester Swann*

Luque, Paraguay, 20  de octubre  de 2009.

Me llamó la atención el batifondo y la consternación colectiva que produjo el secuestro del ganadero Fidel Zavala, y la condenación —casi unánime— al gobierno de Lugo, a su ministro de lo Interior (así debe decirse) y a los “campesinos izquierdistas que promueven la violencia”.  Pero más me llamó la atención cómo los colorados pontifican doctoralmente y se rascan (sic) las vestiduras acerca del tema, cuando les sería más ético (¡mala palabra ésa para los bermejos!) callarse las bocas. Debieran recordar que su partido ha promovido el terrorismo de estado, el secuestro, el asesinato, la tortura y persecuciones durante seis décadas en el país sin ruborizarse siquiera.  Entiendo que en vez de hacer mea culpa, prefieren arrojar leña al nuevo gobierno, siguiendo la muy paraguaya costumbre de echar culpas en ajenos hombros.
Claro que Fidel Zavala tiene nombre y apellido de alcurnia vascongada y su secuestro sirvió para tapar a los más de cien campesinos asesinados durante esta muy “democrática” transición.  Nos mueve esto a olvidar a los cientos de humildes ciudadanos de a pie, asesinados por gamberros callejeros; por policías de gatillo fácil; son apenas números estadísticos sin mucha alcurnia y fortuna como para llorarlos y armar bulla por la prensa mediática.  Sí.  No vale la pena llorar por quienes no tuvieron siquiera oportunidad de comprar su vida con dos mil guaraníes de portazgo, o un celular pasado de moda.
La prensa recuerda sólo a quienes llevan cuentas bancarias, latifundios ganaderos y rancios apellidos de renombre social.  Pero debemos reflexionar si esta violencia no es fruto de las sangrientas semillas sembradas por los colorados… cuando eran felices y no lo  sabían; por militares corruptos y policías asesinos y una ciego fanatismo anticomunista impuesto desde Washington.  Claro  que es mejor “no mirar atrás” según dicen quienes tiene rabos pajizos altamente inflamables.
He recibido en mi correo instrucciones para agitar banderas blancas y sumarme al coro plañidero que reclama justicia para este probo hombre de trabajo y padre de familia.  Pero lamentablemente nunca tuve el gusto de conocerlo y me es tan extraño como Alien.  Aunque sí he conocido a muchas víctimas del terrorismo de estado y lo sentí en mi propia piel.  También sentí el terrorismo callejero cuando mi hijo fue agredido con una botella rota por borrachos —a metros de la comisaría de Luque y de un retén militar—, sin que nadie intervenga en su favor.  También estuve en una celda, a menos de dos metros de Escolástico Ovando y del capitán Ortigoza, en el cuartel central de la policía de la capital.  Pocos recuerdos agradables llevo de la violencia institucionalizada y de la que heredamos de esos años de plomo.
Siento mucho que el ganadero Zavala esté cautivo, pero desconfío que quienes lo hicieron formen parte de las roscas policiaco-miltares.  Una granada, explosivos cazabobos y armas de asalto de guerra no son asequibles en la ferretería ni en elsupermercado.  Son armas de la nación, proveídas por DIMABEL y ¿Qué hacen, unos campesinos desharrapados con modernos equipos de comunicaciones, logística y granadas militares?  Si ésos son guerrilleros, yo soy físico nuclear.  ¿Quiénes son realmente éstos, que dicen ser el EPP?
¡Averígüelo Vargas!… como decía el terrorista de la palabra Francisco Barreiro Maffiodo (a) “Poncho pytã” en Patria.  ¿Lo recuerdan?


*  Escritos, ex periodista, ex cantautor, ex humorista, ex artesano y cultor empedernido de variadas maneras de perder el tiempo sin perecer en el intento.

martes, 27 de octubre de 2009

¿Un pais más solidario?

Asunción  24 de octubre, llego a mi barrio y veo todas las casas con cintas flameantes, entro a la mia y la misma cinta blanca me sorprende. Mis padres – católicos – dicen que la iglesia repartió las cintas y en nombre de la paz pidió a todos sus súbditos que se unan a esta causa. No tengo religión más que intentar cada día ser un ser humano de bien, pero no viene al caso. Ahora, nosotros como pueblo ¿debemos movilizarnos cada vez que hay un secuestro de gente acaudalada? ¡Que importante es el dinero! digo, porque he escuchado varias historias parecidas a esta, cuerpos desaparecidos de indígenas, campesinos y campesinas, niños y niñas de ese sector desprotegido, nunca hubo apoyo masivo de la ciudadanía a estos casos, nunca hubo justicia para ellos, estos casos se dejan pasar porque detrás de ellos hay una vida de seres sin importancia, sin títulos de “Don” y sin un sorete de dinero que negociar, que ganar, que perder. Lastimosamente a los medios no les interesa tanto el sector de los más necesitados y... dicen que tenemos que poner la cintita blanca, lo dice la Iglesia, lo dicen todos, también andan diciendo que hay que solidarizarse con este caso y hacer causa común porque a cualquiera, sin importar la clase social, le puede pasar. Me da risa, realmente, hace mucho que los sectores de la plebe vivimos este tipo de agresiones, no se sabe nomás porque no es “Noticia”. Espero de corazón que aparezca este señor, pero también algún día espero que estos ganaderos o empresarios, etc., también hagan causa común con las cosas que le suceden a los nuestros, sin importarles sus cuentas bancarias, que las monarquías iglesiásticas, que el estado, que toda esa masa se una para proteger a los más necesitados.
Es mi frustración, no reniego en contra de las clases, me quedan dos opciones, unirme a este sistema e intentar ver las cosas en forma simple y sin profundidad, dejar de escuchar, dejar de pensar y vivenciar realidades tristísimas o angustiarme para siempre por querer mantener mi ideología.
Vuelvo a aclarar: Ojala este Zavala aparezca pronto y dejen de manipularnos aquellos que quieren más poder, simplemente nos tienen de fantoches y estamos siendo utilizados, quién sabe por quienes, todo viene de la mafia, de la política y de la insaciable sed de poder.
Yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos (Todos) estamos siendo utilizados.
Si vamos a hablar de justicia, unámonos todos como pueblo y defendamos a todos los sectores, no seamos excluyentes y no midamos la gravedad de lo que ocurre solo cuando esto sucede a ciertas personas de la sociedad.
Conclusión.
Definitivamente, no me uno a este sistema y soy conciente de que si no enloquezco hoy, enloqueceré mañana, pero si esta causa es mi locura, bienvenida sea por siempre.
Gracias por leer.
Si quieren difundir esto pueden hacerlo, y si no, no sé, si quieren responder respondan, pero piénsenlo por lo menos.


Nati Lamiga

martes, 13 de octubre de 2009


Hecho por un queridisisisimo amigo, gracias Fabipo. Sos la masa.


Aqui un link de ayuda para los que no entienden muy bien ingles

http://www.un.org/es/documents/charter/preamble.shtml

lunes, 5 de octubre de 2009

Los Farsantes (II)


No hace mucho tiempo se divulgó una encuesta revelando que apenas un tercio de los paraguayos mantenía su fe en la democracia, dato que debería haber sugerido un mayor espíritu autocrítica a quienes se adueñaron del país a partir de febrero de 1989. Para desgracia nuestra, estos personajes no sólo guardaron una enorme distancia de los conductores de otras transiciones democráticas (como Frei o Lagos en Chile, por ejemplo) sino que además pretendieron imponer una historia autocomplaciente y fantasmal de "lucha inclaudicable" contra la dictadura para censurar toda crítica a sus deshonrosos actos de estos últimos 18 años. Quienes no fuimos protagonistas –por motivos varios, entre ellos generacionales- de la resistencia contra la dictadura, en estas últimas dos décadas nos hartamos de ver en el escenario olímpico, monopolizando Micrófonos, a los "grandes Héroes" de la "democracia" como Andrés Rodríguez, Calé Galaverna, Humberto Rubín, Aldo Zucolillo, Pepa Kostianovsky, Domingo Laíno, Carlitos Filizzola Pallarés, Alcibíades González Delvalle, etc., etc. Debemos suponer, dado la forma excluyente en la que han obrado todo este tiempo y la inmensa responsabilidad que han tenido en el rumbo de esta perpetua transición la mayoría de ellos, que éste país que hoy tenemos es el que deseaban cuando "luchaban" contra Stroessner. Un lugar donde citar el Apocalipsis o leer las noticias son en la práctica casi la misma cosa. Nada más revelador de lo que vendría como el matiz de los hechos que pusieron en marcha la transición: el cierre de cuatro entidades financieras y un golpe casi incruento, sin alternancia de partidos ni grupos. La familia Rodríguez reemplazando a la anterior en todos los buenos negocios, incluyendo medios de comunicación, y las nuevas camarillas interpretando muy pronto las nuevas formas de impunidad acordes a una "democracia". El conocido ex jefe de la DEA en Paraguay Robert Ridler se mostró sumamente "comprensivo" ante la prensa internacional cuando fue consultado sobre el papel de Cambios Guaraní (uno de los detonantes del golpe, que contaba entre sus socios al célebre grupo Peirano-Facio) en el lavado de narcodólares, declarando que no podía asegurar que la "sospecha" sea fundada.
Las premisas estadounidenses respecto al narcotráfico podían causar tensiones incómodas. Las carpetas serían archivadas, pero no destruidas, pensando en cualquier eventualidad. El famoso libro "Conexión Latina" de Nathan Adams y los artículos de Jack Anderson en el Washington Post, que habían sido tan deliciosas en círculos opositores, perdieron de inmediato su interés y se esfumaron mágicamente de la memoria de los grandes combatientes por la libertad como Aldo Zucolillo, Humberto Rubín, Calé Galaverna o Carlitos Filizzola Pallarés. La misma complacencia devino para los nuevos "zares" de la comunicación, y las nuevas élites políticas y financieras. La resolución 862 del 25 de mayo de 1977 del IBR por la cual Humberto Rubín fue beneficiado con 2.000 hectáreas de tierra por Stroessner (contrariando expresas disposiciones del estatuto agrario, ley 864/63), pasó a convertirse en una "vil patraña” inventada por los roedores de los mármoles de la patria periodística. Un ataque parecido de amnesia había afectado a Aldo Zucolillo cuando en la mañana del 25 de marzo de 1988 logró reunirse con Robert Gelbard, subsecretario adjunto par Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado norteamericano. Frustrado por el fracaso de su plan Zeta acusaría allí a los opositores de "vagos, necios y cobardes", de acuerdo al memorando. Omitió por supuesto delatar a sus amigos que traficaban drogas y ocupaban puestos claves en el aparato gubernamental, entre ellos al que había formado sociedad con él, para parir ABC color.
También las tapas de ABC pidiendo la cabeza de los disidentes, las crónicas donde el diario se congratulaba de haber recibido al dictador "en su casa", o los editoriales defendiendo la regresión genocida desatada en Argentina por Jorge Rafael Videla, irían a parar al freezer. Pero si algo no se puede negar a los “inclaudicables luchadores” contra Stroessner, es su extraordinario don de la ubicuidad. En dictadura mezclados con los represores, en democracia revueltos con las víctimas. Si no es cierta esta aseveración, que lo diga Leila Rachid, quien hasta logró colarse en la Comisión de Verdad y Justicia en una de sus múltiples excursiones recreativas por cuenta del estado, en aquella oportunidad por la tanguera, culta y lujuriosa capital del Plata. Y ello a pesar de haber trabajado por años bajo las directas órdenes de “Poncho Pita”, en pleno auge del operativo Cóndor, habiendo sobrevivido a los cancilleres Alberto Nogués, C.A. Saldívar y Rodney Elpidio Acevedo, ex representante de Stroessner ante el caudillo de España por la gracia de Dios Francisco Franco Bahamonde.
Digamos que no es un caso muy distante al de Humberto Rubín, que aceptó en 1977 el obsequio que le hizo Stroessner de dos mil hectáreas de tierra, en plena zona de conflicto entre represores y las Ligas Agrarias. O de Aldo Zucolillo, gran luchador por la libertad de expresión, que combatía por la democracia fustigando desde las páginas de ABC color la política a favor de los Derechos Humanos de la Administración Carter, defendiendo al gobierno de Jorge Rafael Videla, y entregando donativos en metálico a “La Técnica” que dirigía Campos Alum.
Decía Jacobo Timerman que se necesita a los mejores periodistas de la izquierda para hacer un buen periódico de derecha, lo cual sería aplicable a ciertos periodistas de la patria publicista, si no hubiera estado mal informado Stroessner al tildarlos del “subversivos”.
La apertura de los archivos del terror no sólo permitió conocer muchos atroces procedimientos policíacos, sino además descubrir lo mucho que eran capaces de abrir la boca algunos “grandes luchadores” contra la dictadura. La mucha o escasa difusión de estos documentos sensibles, obviamente, quedó librado al arbitrio y estado de ánimo del áulico círculo imperante en la superestructura cultural y su patria periodística. Entre los documentos más reveladores se cuenta a una declaración del 4 de diciembre de 1975, extraída a Miguel Gregorio Chase Sardi, quien asistido quizás por sus conocimientos de antropología, había logrado engañar tanto a Stroessner como a los mismos jerarcas de la Unión Soviética, fingiéndose un convencido comunista. Habiendo visitado Moscú en varias oportunidades y siendo favorecido de Eugen Vladimrovich, encargado para el Paraguay del Partido Comunista de la URSS , Chase Sardi llevaba bastante tiempo actuando de doble agente e informando también a la embajada norteamericana sobre las actividades del comunismo paraguayo, recibiendo 500 dólares mensuales por el servicio. Este hecho era ignorado por el Jefe de Investigaciones Pastor Coronel, quien ordenó su arresto y sometimiento a los acostumbrados masajes, hasta que acudió en su auxilio la “diplomacia” estadounidense.
Otro caso análogo que podríamos citar es el del policía de la Cultura Alcibíades González Delvalle, cuyo vacío difícil de llenar en la Dirección de Cultura de la Municipalidad todavía no fue digerida por la patria periodística.
El policía de la cultura, ex integrante de los cuadros represivos de la etapa más sangrienta de la dictadura, y ascendido por méritos el 7 de Septiembre de 1962 en decreto firmado por Stroessner y Edgar L. Ynsfrán, también cambió de bando cuando las directivas del norte se volvieron contradictorias.
Era el tiempo en que otros meritorios luchadores cerraban sus radios para ahorrar el dinero que la NED les enviaba por mantener trabajando a sus operarios.
Cuando el Fiscal Clotildo Jiménez acusó al policía de la Cultura de violar la Ley 209 a mediados de 1980, éste se encontraba precisamente en Estados Unidos cumpliendo sus labores de informante. Es que al Departamento de Estado le interesaba “la guerrilla de las Ligas Agrarias”, por lo cual había convocado a uno de “sus hombres en Asunción”, quien se encontraba en territorio norteamericano desde el 24 de mayo de 1980. Al terminar sus obligaciones en el norte para regresar y ser detenido, no se le ocurrió mejor abogado defensor que Fernando Levi Ruffinelli, uno de los redactores y férreo defensor de la Ley 209 en la Cámara de Diputados, además de gran amigo de ABC color.
Había sido precisamente Levi Ruffinelli un pionero en la colaboración con la dictadura, allá por la década de 1960, aceptando el puesto de alcahuete rechazado con dignidad por otros dirigentes liberales como Carlos R. Centurión. Es que se necesitaba a un parlamento representativo en vísperas de firmarse el entreguista tratado de Itaipú, tan lamentado hoy por los diarios comprometidos con la libertad de expresión.
Pensamos que ni falta hace recordar antecedentes de otros grandes próceres de la democracia como Domingo Laíno, pescador en directorios liberales revueltos, donde el común denominador era la trepada a costa de la integridad física del correligionario por medio de delaciones ante el temible Pastor Coronel. O de un Carlitos Filizzola Pallarés, perseguido por la dictadura hasta en sus enredos con la policía de Tránsito por chocar con un coreano, hoy convertido a los 45 minutos del segundo tiempo (igual que en épocas pasadas) en rabioso anti-oficialista. Y conste que lo hace después de haber sido el pasionario defensor de las políticas deflacionarias y tributarias del nicanorismo, impartidas desde Hacienda y el BCP, con sus histéricos discursos en el Senado.
Tanto contraste entre la realidad y la historia oficial sólo puede hacernos sospechar que un juicio tan tendencioso del pasado, generando una instrucción tan parcialista del presente, además de generar tanto despropósito político, debe resultar bastante lucrativa para quienes se abocan a repetirlo con tanta insistencia.
Luis Agüero Wagner
Periodista
Publicado digitalmente el 24 de mayo de 2007.